Existen tres tipos de caballos:
de frente recta, convexa y cóncava, a los que, en su orden, se les denomina
rectilíneos, convexilíneos y concavalíneos.
El de paso colombiano es
rectilíneo; sin embargo, aquellos con ascendencia berberisca muy acentuada
tienden a presentar un perfil convexo como el de su antecesor.
Por el volumen corporal se
dividen en hipermétricos, eumétricos y elipométricos.
El de paso colombiano pertenece,
por su peso y tamaño, a los eumétricos, es decir, a los medianos.
Al estudiar estas características
se determina la relación existente entre el todo y sus partes, así:
· Brevilíneos, con tendencia a
ser cortos y anchos.
· Longilíneos, que son altos, un
poco estrechos y largos.
· Mediolíneos, donde su ubican
los colombianos, que guardan el equilibrio proporcional en todas sus formas; no
obstante, se reconoce la existencia de caos muy poco frecuentes en los cuales
se encuentran caballos un poco largos y de baja estatura, aunque proporcionados
en cuanto a su alzada y bella estampa, lo que distingue al caballo colombiano.
En cuanto a la alzada, en los
machos trotones galoperos y trochadores galoperos la mínima es de 1.31 metros y
la máxima llega a 1.40; en las hembras, en su orden son 1.30 y 1.38, mientras
que en los castrados es de 1.40 a cualquier edad.
La alzada guarda estrecha
relación con la finura de los movimientos y la suavidad del ejemplar al
soportar al jinete, otra de las magnificas cualidades de la raza. Los animales
que no presentan estas cualidades no pueden participar en juzgamientos.
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